lunes, 8 de noviembre de 2010

Ya pasó mucho tiempo, mucho más del que me pude dar cuenta en tan solo un parpadeo. Cuan perdido esta el hombre que no cultiva la semilla de su vida. Ha pasado tanto y tan poco al mismo tiempo, que las palabras se agolpan en un desesperado intento de salir al mundo exterior , liberándose de la prisión del pensamiento abstracto.
Te extraño hijo de mi alma, pequeñito sin culpa de nada, solecito de mi vida. Cuanta falta le haces a tu padre; tú milagro de mi vida adulta y medicina de mi dolor añejo; tú, esperanza de mi sangre e impulso de mis pasos.
Dios te bendiga hijito, solecito de mi rincón triste en esta vida. ¡¡¡TU PADRE VERDADERO TE AMA AUNQUE NO LO SEPAS!!!

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